Las últimas semanas del año escolar son un momento crucial tanto para quienes están en proceso de aprendizaje como para los educadores. Después de un extenso período de trabajo, la energía comienza a decaer y tanto los unos como los otros enfrentan el agotamiento acumulado. A pesar de estos desafíos, es esencial mantener el enfoque y la motivación para cerrar el año de manera exitosa. Para los maestros, este tramo final requiere componentes de estrategias pedagógicas y de cuidado personal, ya que su rol es vital no solo en el tratamiento de contenidos, sino también en la creación de un ambiente positivo y de contención para sus estudiantes.
Crear un ambiente seguro y respetuoso de la diversidad en el aula es una importante tarea de los educadores. La misión implica poner en práctica diversas acciones, muchas veces, haciendo partícipes en estas a los estudiantes, algo que, por lo demás, les ayuda a asimilar de mejor manera el concepto de inclusión para que puedan extenderlo a otras dimensiones de sus vidas.
El aprendizaje académico es un proceso pluridimensional que se beneficia directamente cuando se trabaja en aquellas conductas, actitudes y rasgos de personalidad que permiten mantener relaciones positivas y tomar decisiones responsables, por ejemplo, manejando la empatía, la determinación, el autocontrol, la comunicación y la conexión con los demás o el entorno. El rol de los profesores en este ámbito resulta clave y se extiende más allá de la sala de clases. Por qué y cómo proceder es parte de lo que compartimos en este texto.
Septiembre en Chile se llena de colores, aromas y sonidos que celebran la historia y el orgullo nacional. Las Fiestas Patrias, que conmemoran la independencia del país, son una de las celebraciones más esperadas del año, especialmente para las familias con niños pequeños. Esta festividad no solo marca un momento de descanso y alegría, sino que también ofrece una excelente oportunidad para enseñar a los niños sobre la rica historia de Chile, la importancia de los símbolos patrios y las tradiciones culturales que siguen vivas hasta el día de hoy. A través de actividades lúdicas, bailes y juegos típicos, los más pequeños pueden empezar a construir un sentido de identidad, mientras disfrutan de estas celebraciones que evocan el amor por su país.
La tecnología ha transformado significativamente la forma en que vivimos y nos relacionamos, y su influencia en la crianza de los niños es innegable. En el siglo XXI, la crianza respetuosa se enfrenta al desafío de integrar de manera saludable y efectiva el uso de herramientas digitales en la vida de los más pequeños, adaptándose a las etapas del desarrollo correspondientes y a las necesidades específicas de cada niño.
Hablemos del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), un modelo en el que los profesores se sumergen en los intereses de sus alumnos, fomentan habilidades esenciales para el mundo actual, y desarrollan estrategias para adquirir conocimientos y valores. Este enfoque motiva a los estudiantes a encontrar sentido en lo aprendido. Apoyado por la tecnología y los avances de la neurociencia, el DUA guía el camino hacia un paradigma de enseñanza integral.
Tener alumnos con esta condición en la sala de clases es un desafío, pues se trata de estudiantes con necesidades particulares y diversas. El reto, sin embargo, es noble e importante. En línea con aquello, en el siguiente artículo se comparten algunas pautas o estrategias pedagógicas para que los educadores logren integrar positivamente a niños y niñas autistas que sean parte de su curso.
El buen estado físico, las relaciones sociales y también el aprendizaje pueden ser mejores si se abordan con suficiente información los trastornos del ámbito psicológico y psiquiátrico. Conversar sobre estos temas y recibir ayuda profesional solo trae beneficios. Gracias a materiales concretos y lúdicos como este cuento, la tarea es más fácil y efectiva aún.
Componente esencial de la formación integral e impulsor del aprendizaje, un adecuado y oportuno feedback es una herramienta que permite a todo niño comprender sus errores y así conocer las áreas en las que puede mejorar. Este camino de autodescubrimiento de las aptitudes, fortalezas y debilidades es mejor aún si ocurre más allá del ámbito escolar y abarca comportamientos y actitudes en instancias sociales, siempre desde una mirada constructiva, para motivar y potenciar los talentos.
Hablamos de un lugar especial que no debería estar ausente en la sala de clases, un punto donde niños y niñas puedan sumergirse en el mundo de los libros y la lectura con todos los beneficios que esto implica. Se recomienda crearlo en conjunto con los alumnos procurando que sea cómodo y accesible, además de agradable.